Platón describió que la Tierra tenía una red dodecaédrica a su alrededor. La red es una matriz de líneas angulares de energía que se extiende alrededor del planeta.
Las redes son fractales y holográficas o, lo que es lo mismo, está formada por formas geométricas que se caracterizan por repetir un determinado patrón con ligeras y constantes variaciones. Cada partícula posee dentro de sí la totalidad: el Universo. Las redes no están sólo en la Tierra sino en el universo físico. El universo físico no existiría sin estas redes, son necesarias para asegurar la distribución apropiada de la energía de fuerza de vida, para proveer los patrones necesarios para la creación material.
Las redes son expresiones de energía y conciencia que siguen proporciones definidas por los principios de la Geometría Sagrada y que se expanden a través de todo el universo multidimensional.
La Geometría Sagrada es la expresión de la geometría relacionada a la evolución de la conciencia, mente, cuerpo y espíritu en términos geométricos. La verdadera geometría sagrada es orgánica y está viva: es la constante evolución o transferencia, ascendiendo o descendiendo de una forma a otra.
Los minerales, por ejemplo, se organizan en proporciones geométricas sagradas, a modo de plantilla geométrica.
Las redes de conciencia guardan la memoria de la interconexión cósmica y estimulan la auto-realización de aquellos que se sintonizan con ellas.
A esta red planetaria actualmente se le denomina de Conciencia Crística y los investigadores la ubican a diferentes distancias de la Tierra. Se supone que el eje de la esta red está anclado en El Cairo y en la isla de Moorea (Polinesia Francesa, al lado de Tahití), mientras que sus puntos nodales se extienden sobre la superficie terrestre. Corresponden a puntos de poder de energía natural.
Los investigadores actuales ven a la Red Crística terrestre diferente a la Red Dodecaédrica descrita por Platón. Incluye la conexión de los centros de los pentágonos dodecaédricos con sus esquinas, mediante 5 líneas adicionales para cada uno de los doce pentágonos.
Esto crea la forma conocida como Dodecaedro Estrellado, que está asociado con la “Conciencia Crística”. El Dodecaedro Estrellado representa la integración de todos nuestros aspectos.
Esta Red Planetaria contiene la plantilla para todas las plantillas precedentes (expresadas en formas geométricas). Es la expresión y modelo de la integración de las plantillas y redes anteriores.
La quinta plantilla, el dodecaedro, representa la total rendición al amor incondicional. Estas plantillas van ligadas a los sólidos platónicos (hexaedro o cubo, tetraedro, octaedro, icosaedro y dodecaedro) y, al construirlos, dos de las formas son mucho más débiles que las demás y les resulta difícil mantener su estructura y apariencia. Estas formas son le cubo, que representa la materia, y el dodecaedro, que representa el amor incondicional.
A este amor incondicional le falta la mente atenta, la conciencia alerta. La mente atenta es esencial para nuestra evolución. Para evolucionar tenemos que vernos a nosotros mismos claramente, así como nuestros niveles de responsabilidad, integridad e impecabilidad. Estos elementos fortalecen nuestro dodecaedro, convirtiéndolo en dodecaedro estrellado. Todo lo dicho deberá añadirse al corazón abierto para poder alcanzar la realización de la Conciencia Crística.
El Dodecaedro Estrellado es la conciencia de un ser autorrealizado.
La red es holográfica y fractal por lo que es cada una de las partes de nuestro ser. La Red Crística es una conciencia colectiva unificada. Esto quiere decir que estamos preparando nuestras plantillas internas para integrar y armonizar todas las vidas que compartimos con cada cultura en este planeta. Cada una de las 7 subrazas originales tiene su propia subred. Se pueden ver como una red en arco iris de líneas, frecuencia y color.
En estos momentos, la separación de las frecuencias que crean las 7 Redes Crísticas se está alineando para integrar una sola red arco iris que se convertirá en un solo color dorado. Posteriormente, evolucionará hasta el nivel de claridad del cristal. Esta vibración es la que tienen también los llamados “niños cristal”.
El Dodecaedro Estrellado también es representativo de nuestra búsqueda para integrar y armonizar todas nuestras vidas terrestres y extraterrestres, en una sola experiencia dentro de la creación.
La Tierra está aumentando su vibración de resonancia y las personas también están experimentando las frecuencias intensificadas. Conforme la frecuencia se incrementa, es experimentada por los dos aspectos polarizados dentro de nosotros (negativo y positivo), que aun no hemos integrado en unidad.
Algunas personas se resisten a la presión interna de sus aspectos no resueltos que necesitan procesar. Estos aspectos continuarán aumentando si no se atienden conforme la frecuencia planetaria asciende. A menudo, las personas eligen reaccionar ante esta situación, actuando y proyectando sus asuntos no resueltos en otras personas o en situaciones mundiales, en lugar de atenderlos a nivel interno.
La única forma efectiva que nos ayudaría a manejar esta presión es aprender a responder en lugar de reaccionar ante la situación. Responder a la presión significa que tenemos que ser conscientes de nuestros hábitos y patrones personales y no sentir temor de explorar nuestro lado oscuro. Esto nos ayuda a aprender a elegir cuidadosamente nuestras acciones en lo mental, en lo emocional y en lo físico.
Conforme nos despertemos hacia un sentido más elevado de propósito y acción, nos sintonizamos con los niveles superiores de la red hasta que alcanzamos el de la Conciencia Crística y la despertamos en nuestro interior.
Por todo ello, la práctica de la mente atenta en nuestras acciones, palabras y elecciones es el trabajo en el nivel de la Red Crística (el dodecaedro estrellado) y nos lleva al desarrollo espiritual y a la claridad que la mayoría estamos buscando.
Enfocarnos en una dimensión superior, como puede ser la quinta, puede utilizarse como una forma de evadir los retos de evolución en el plano físico. Es colocar la atención en algo externo, cuando lo que se necesita es enfocarnos en nuestras propias elecciones, patrones y acciones.
Debido a la Red se están dando cambios en el ADN. Cada paso que damos en nuestra integración y evolución personal, se inscribe en nuestro ADN. Esto nos permite utilizar más bandas de frecuencia de conciencia y elevar la nuestra.
Por Sol Hernández, julio de 2009 ^
Las redes son fractales y holográficas o, lo que es lo mismo, está formada por formas geométricas que se caracterizan por repetir un determinado patrón con ligeras y constantes variaciones. Cada partícula posee dentro de sí la totalidad: el Universo. Las redes no están sólo en la Tierra sino en el universo físico. El universo físico no existiría sin estas redes, son necesarias para asegurar la distribución apropiada de la energía de fuerza de vida, para proveer los patrones necesarios para la creación material.
Las redes son expresiones de energía y conciencia que siguen proporciones definidas por los principios de la Geometría Sagrada y que se expanden a través de todo el universo multidimensional.
La Geometría Sagrada es la expresión de la geometría relacionada a la evolución de la conciencia, mente, cuerpo y espíritu en términos geométricos. La verdadera geometría sagrada es orgánica y está viva: es la constante evolución o transferencia, ascendiendo o descendiendo de una forma a otra.
Los minerales, por ejemplo, se organizan en proporciones geométricas sagradas, a modo de plantilla geométrica.
Las redes de conciencia guardan la memoria de la interconexión cósmica y estimulan la auto-realización de aquellos que se sintonizan con ellas.
A esta red planetaria actualmente se le denomina de Conciencia Crística y los investigadores la ubican a diferentes distancias de la Tierra. Se supone que el eje de la esta red está anclado en El Cairo y en la isla de Moorea (Polinesia Francesa, al lado de Tahití), mientras que sus puntos nodales se extienden sobre la superficie terrestre. Corresponden a puntos de poder de energía natural.
Los investigadores actuales ven a la Red Crística terrestre diferente a la Red Dodecaédrica descrita por Platón. Incluye la conexión de los centros de los pentágonos dodecaédricos con sus esquinas, mediante 5 líneas adicionales para cada uno de los doce pentágonos.
Esto crea la forma conocida como Dodecaedro Estrellado, que está asociado con la “Conciencia Crística”. El Dodecaedro Estrellado representa la integración de todos nuestros aspectos.
Esta Red Planetaria contiene la plantilla para todas las plantillas precedentes (expresadas en formas geométricas). Es la expresión y modelo de la integración de las plantillas y redes anteriores.
La quinta plantilla, el dodecaedro, representa la total rendición al amor incondicional. Estas plantillas van ligadas a los sólidos platónicos (hexaedro o cubo, tetraedro, octaedro, icosaedro y dodecaedro) y, al construirlos, dos de las formas son mucho más débiles que las demás y les resulta difícil mantener su estructura y apariencia. Estas formas son le cubo, que representa la materia, y el dodecaedro, que representa el amor incondicional.
A este amor incondicional le falta la mente atenta, la conciencia alerta. La mente atenta es esencial para nuestra evolución. Para evolucionar tenemos que vernos a nosotros mismos claramente, así como nuestros niveles de responsabilidad, integridad e impecabilidad. Estos elementos fortalecen nuestro dodecaedro, convirtiéndolo en dodecaedro estrellado. Todo lo dicho deberá añadirse al corazón abierto para poder alcanzar la realización de la Conciencia Crística.
El Dodecaedro Estrellado es la conciencia de un ser autorrealizado.
La red es holográfica y fractal por lo que es cada una de las partes de nuestro ser. La Red Crística es una conciencia colectiva unificada. Esto quiere decir que estamos preparando nuestras plantillas internas para integrar y armonizar todas las vidas que compartimos con cada cultura en este planeta. Cada una de las 7 subrazas originales tiene su propia subred. Se pueden ver como una red en arco iris de líneas, frecuencia y color.
En estos momentos, la separación de las frecuencias que crean las 7 Redes Crísticas se está alineando para integrar una sola red arco iris que se convertirá en un solo color dorado. Posteriormente, evolucionará hasta el nivel de claridad del cristal. Esta vibración es la que tienen también los llamados “niños cristal”.
El Dodecaedro Estrellado también es representativo de nuestra búsqueda para integrar y armonizar todas nuestras vidas terrestres y extraterrestres, en una sola experiencia dentro de la creación.
La Tierra está aumentando su vibración de resonancia y las personas también están experimentando las frecuencias intensificadas. Conforme la frecuencia se incrementa, es experimentada por los dos aspectos polarizados dentro de nosotros (negativo y positivo), que aun no hemos integrado en unidad.
Algunas personas se resisten a la presión interna de sus aspectos no resueltos que necesitan procesar. Estos aspectos continuarán aumentando si no se atienden conforme la frecuencia planetaria asciende. A menudo, las personas eligen reaccionar ante esta situación, actuando y proyectando sus asuntos no resueltos en otras personas o en situaciones mundiales, en lugar de atenderlos a nivel interno.
La única forma efectiva que nos ayudaría a manejar esta presión es aprender a responder en lugar de reaccionar ante la situación. Responder a la presión significa que tenemos que ser conscientes de nuestros hábitos y patrones personales y no sentir temor de explorar nuestro lado oscuro. Esto nos ayuda a aprender a elegir cuidadosamente nuestras acciones en lo mental, en lo emocional y en lo físico.
Conforme nos despertemos hacia un sentido más elevado de propósito y acción, nos sintonizamos con los niveles superiores de la red hasta que alcanzamos el de la Conciencia Crística y la despertamos en nuestro interior.
Por todo ello, la práctica de la mente atenta en nuestras acciones, palabras y elecciones es el trabajo en el nivel de la Red Crística (el dodecaedro estrellado) y nos lleva al desarrollo espiritual y a la claridad que la mayoría estamos buscando.
Enfocarnos en una dimensión superior, como puede ser la quinta, puede utilizarse como una forma de evadir los retos de evolución en el plano físico. Es colocar la atención en algo externo, cuando lo que se necesita es enfocarnos en nuestras propias elecciones, patrones y acciones.
Debido a la Red se están dando cambios en el ADN. Cada paso que damos en nuestra integración y evolución personal, se inscribe en nuestro ADN. Esto nos permite utilizar más bandas de frecuencia de conciencia y elevar la nuestra.
Por Sol Hernández, julio de 2009 ^
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